Junto a la devoción popular por el Divino Niño que se defiende desde la Edad Media, se consolida en el norte de Italia, especialmente en Lombardía, el culto por la Niña María.
La representación, según la visión del Cardinal Federico Borromeo (1564-1631), es de una niña envuelta en pañales rodeada de ángeles.
Las estatuas de la Niña María son rarísimas dado el limitado territorio en el cual se difundieron. Venían donadas a las niñas encaminadas al convento y a las esposas como buen auspicio de fertilidad.
En la colección Hiky Mayr encontraréis una vitrina con siete espléndidos ejemplares , dos de los cuales extremadamente preciosos.